martes, 26 de febrero de 2013

REGALAME TU RISA... Y ENSÉÑAME A SOÑAR..

Como dice una de mis canciones favoritas de Pablo Alboran... Regalame tu risa y enséñame a soñar... ya lo entendí...

Me encuentro empacando mis cosas en un pequeño lugar de Managua, después de haber pasado los últimos  11 días aquí con esta labor hermosa que nos trajo, pusimos mas de 4,000 vacunas de VPH, enseñamos a 150 familias a como potabilizar un poco su agua, con lo que se verán beneficiados casi 900 personas; entregamos 500 despensas, visitamos mas de 100 viviendas que necesitaban ayuda en construcción  recorrimos muchos kilómetros de un paisaje desolador, triste; pero sobre todo muy injusto... Repartimos folletos de información, tantos que perdí el numero después de los 3,000 impresos; trajimos ropa, utensilios, semillas, entre muchas cosas...



Aun con todo esto estaba haciendo mi maleta y pensando en lo injusto que puedo llegar a ser. Me ponía a pensar que tengo tanto que aprender, estaba algo desilusionado pues mi maleta estaba "vacía" de experiencias que me hicieran llorar (Como paso en Perú donde cada día lo terminaba agotado emocionalmente por los problemas de las personas), ahora por el contrario, la gente se veía tan acostumbrada a su situación y aun así sonreía.

Fue ahi donde vi que el verdadero regalo de este viaje era ese... toda esta gente con problemas enormes, tan fuertes como los míos (aunque no iguales, o inclusive peores), con casas cayéndose  con hijos perdidos; con hambre... todos, todos sin importar sonreían.. y yo no...

Recuerdo mucho cuando estábamos en la región del Atlántico  aquí en Nicaragua, un lugar mega pobre, me perdí un rato viendo a los niños jugar, sonreír, gritar, con un balón que les di que yo tenia arrumbado en mi casa por años y años; y entonces me detuve y les tome una foto... No podía creer que fueran tan felices, no es por conformistas, no es por mediocres; es porque aman y valoran lo poco que tienen, porque saben agradecer a Dios por ello...
Tienen sueños, tienen amor a su tierra, tienen respeto a sus padres; tienen tantas cosas que uno a veces va perdiendo por las cosas materiales...


Mi segunda visita a Nicaragua me manda con una maleta llena de risas, pero no mías  risas que esos niños me regalaron y "gracias" con gestos amables que me llenaran el alma para siempre...

Se que no voy a ser "viejito" pero me hubiese encantado serlo y recordar esto y contárselo a mis nietos, a los hijos de mis sobrinos; pero se que no sera asi... solo se que me llevo sonrisas y la invitación a aprender a soñar.

Ahora se que quiero regresar y abrazar mas mi vida, abrazar mas mis cosas, aprender a soñar y luchar por mis sueños.











Agradecimientos especiales: Gracias a todo el equipo que hizo posible que este sueño de 4 años se cumpliera, gracias a Fatima Maldonado por venir conmigo y enamorarse de este proyecto como lo estaba yo, gracias a mis amigos Orlando, Alejandra, Jose Julian que siempre estuvieron al pendiente de mi cuando los ocupe... Gracias a Fernando que fuiste mi luz, mi angel, mi gran apoyo en esto, espero con ansias el día de encontrarte...
Se que tal vez ustedes no lean esto pero si lo leen, sepanse que fueron mi gran apoyo.

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