Hace poco tiempo escuchaba sobre la inteligencia del tiempo, "significa que si quieres que algo suceda, sucederá cuando tenga que pasar, no cuando tu lo quieras" y aunque lo escuche un millón de veces nunca le puse atención hasta hace poco... Mi corazón ha empezado a aprovechar ese tiempo, creo que las heridas de ayer, ya cicatrizadas se están convirtiendo en marcas que quieren ser llenadas, historias que quieren ser contadas, experiencias que quieren marcar el quien soy...
Me había alejado un poco de escribir, ahorita me encuentro terminando esta labor tan hermosa en la ciudad de Managua, Nicaragua, ¿que puedo rescatar de este viaje?, bueno primero que nada la calidez y timidez de la gente... Se acercaron a nosotros con un tanto temor, rara vez alguien se abrió a contarnos sus problemas, cosa diferente a Lima; sin embargo veía miradas mas que de miedo de necesidad... Los primeros días fueron algo "fríos" y no me refiero al clima, porque este nos hizo sudar tanto que no me dejo estar presentable para ninguna fotografía y me manda mas moreno que antes; la gente nos hablaba con respeto... El cual con el paso de los días se convirtió en una calidez muy linda.
La foto de arriba es de una zona o región denominada "Atlántico rural" donde el 77% de sus habitantes se encuentran en pobreza (34% en pobreza extrema) donde una mujer me pregunto algo que me dejo muy sorprendido, después de darle un par de cosas "no se que te abran hecho para tener esa tristeza en tus ojos, ¿pero sabes? el tiempo te dará un abrazo, solo tienes que preguntarte algo" y le pregunte que si que era y me dijo "pregúntate si vale la pena"
Entonces aprendí algo... el tiempo no espera a nadie... No creo que me espere a mi entonces... No creo que me alcance
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