sábado, 12 de julio de 2014

¿Como llenas tus vacíos?

Te has puesto a pensar  en cuantas de las actividades que haces, las haces realmente por pasión, por amor a lo que estás haciendo y cuantas por llenar espacios vacíos, los famosos vacíos existenciales.
En ocasiones, sentimos una sensación de oquedad, tan peligrosa pues en ocasiones se torna ordinaria, dicho espacio vacante lo tratamos de llenar con posesiones, ¡Sí!, con eso de lo que carecimos de niños y que hoy pensamos es sinónimo de felicidad; con logros, cuantos de nosotros no hemos ido al colegio solo para estar con nuestros amigos, para dar gusto a la familia o simplemente por competencia; con relaciones y muchos más… pero en verdad ¿se puede llenar nuestro vacío existencial?


Hay un viento que sopla en nuestro interior, tal vez es lo que los espirituales le llaman “alma”, que parece deambular en un terreno baldío de la vacuidad, es como si fuésemos semillas inútiles en el desierto, sin ninguna posibilidad de germinar y así cumplir con nuestro potencial.
Nuestra nada es un vacío interno con apetito insaciable, una especie de agujero negro en nuestra esencia, intentando absorber nuestra vida haciéndola parecer hueca, carente de fuerza interior, tan pobre de vigor para nosotros, pero irónicamente fascinante para otros.
El vacío es una enfermedad de nuestras profundidades, la angustia de la nada, pero con el poder de disolver nuestro ser y la amenaza de consumirnos.
Bien, un vacío comúnmente indica cierta falta específica, como cuando decimos “el vaso está vacío”, pero en ocasiones dichos espacios que no han sido llenados no son tan fáciles de detectar pues en ocasiones el punto de alarma es con que llenamos la carencia que en ocasiones no percibimos a simple vista, “si yo tuviera más dinero…”, “si él/ella no me hubiera dejado…” y es cuando comenzamos a llenar esos vacíos con falsedad “no tengo a la persona que amo pero me veré mejor para cuando me vea se arrepienta de haberme dejado” o cuantas veces hemos escuchado el “mis amigos se empezaron alejar de mí, pues entonces salgo con nuevos amigos, publico imágenes en fiestas ¿Quién extraña a quién?” pero en realidad ¿eso te llena?










Todos tenemos vacíos, pero lo importante es saberlos llenar…

Por años he llenado mi vida de viajes, de experiencias para muchos “padres”, pero hace unos días platicaba con alguien que me dijo:
  • -       Si hubiésemos sido novios me dejarías a cada rato por tus viajes.
  • -       Si fuésemos novios jamás me iría, o mínimo no lo haría sin ti – respondí.


Entonces comprendí porque el ritmo de mi vida, porque el ir y venir... porque estoy llenando un vacío, porque estoy tratando de evitar darme cuenta de mis huecos emocionales…



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